Una toma rápida, un encuadre sin planear, una serie de narrativas con diferentes escenarios, sin diálogos y sin personajes, el hombre de la cámara, Dziga Vertov experimenta un gran número de posibilidades con una serie de imágenes llenas de un significado, donde la vida cotidiana es el elemento principal. De alguna manera en la película de Vertov podemos percibir ese reflejo del hombre "moderno", que hasta cierto punto ha quedado cautivado por las maquinas y donde lo cotidiano y la experimentación son la nueva tendencia. Así como me imagino a Russolo maravillado con los ruidos que escuchaba de las muchedumbres o de los autos, maquinas etc, que escuchaba cada que salia a caminar, me imagino a Vertov con su cámara, no sé si maravillado, haciendo el registro de la vida cotidiana, con un ojo crítico a la sociedad. Me parece curioso esta cuestión donde lo "cotidiano" se vuelve tan interesante hasta el punto de ver lo que sueles hacer un sábado a las